Giovany Peñate Cruz -
¡¡¡El pan, el pan de la cadena, la paloma anoche voló, calientico el pan!!! Así
recibe Arturo, un vendedor ambulante de pan, cada mañana, pero más allá de
vender este básico producto, Arturo,de 54 años, cumple otras encomiendas
que pocos conocen. “Entre pregón y pregón del pan canto el “numerito” que salió
la noche antes, de una manera bastante discreta para que solo los interesados
lo conozcan”- afirma el vendedor.
“Por las tardes voy por ahí apuntando
el “número” de cada persona y luego cuadro con el banquero, al otro día bien
temprano canto lo que salió y si alguien cogió algo me llego hasta su casa y le
doy lo suyo (el dinero que ganó)”- prosigue Arturo, nombre de adorno que
utiliza en la entrevista para no reflejar su verdadera identidad.
Con los propios ánimos del vendedor de
no publicar sus datos personales, nos llega la historia de un sujeto que
nombraremos Rafael. Este nos cuenta que pertenece a una familia campesina por
lo que desde niño conoció todo tipo de animales y aprendió a pelearlos y
sacarles unos “kilitos.”
Hoy tiene 40 años y apuesta en las
carreras de caballos, peleas de perros y gallos. Dice disfrutarlo porque le
gusta saborear el triunfo ante los vencidos. Además, solo juega cuando sabe que
su contrincante perderá y cuando posee fuerte confianza en el animal en quien
deja caer su dinero.
Unos toman los juegos de apuestas o de
azar por razones económicas, otros como puro entretenimiento, pero lo cierto es
que los juegos prohibidos en Cuba proliferan en las calles en variedad de
formatos, desde la tan famosa “bolita” hasta juegos de mesa por dinero, retos
monetarios en competiciones deportivas, etc.
Juegos para escoger
El más conocido y popular de todos los
juegos prohibidos en la Isla resulta sin dudas la “bolita”, heredera de su
antecesora: la lotería nacional, existente antes del triunfo revolucionario de
1959. Este sorteo toma de la lotería de la Florida los tres primeros dígitos y
posee una sistematicidad de dos veces al día, el primer anuncio se emite a las
2:00 pm y el otro a las 8:00 pm –según refiere un listero que prefirió llamarse
El Jabao.
“De los tres números el primero se le
conoce como centena y los otros dos decena. La primera cifra posee un valor de
300 a 600 CUP por cada peso cubano apostado y la decena también varía de 30 a
60 CUP por cada peso jugado, o sea si usted juega el 325 con 5 pesos en la
centena y cinco en la decena y sale ese número usted obtiene más de 2 mil pesos
cubanos, pero si acierta solo en la decena (en este caso 25) solo recibe entre
200 o 300 CUP” –afirma El Jabao.
Además, este listero acota que en
algunas zonas del país se paga el “vire”, por ejemplo para 325 el vire es 532,
o sea el último digito del original pasa a la centena, la misma suerte corre la
“suma”, donde al original le adicionamos el “vire” y el resultado lo nombramos
“suma”, en el caso analizado sería 325+532=857, y también ocurre lo mismo con
el “pega ‘o”, si juegas el 324 y sale el 325 puedes obtener una ganancia, pues
este es el número que antecede al 325. Todas estas opciones tienen un valor
monetario menor a la centena y la decena.Los seguidores de la "bolita" utilizan esta cartilla u otras similares con la charada china, que contiene datos y recomendaciones interesantes. |
Por su parte, Arturo, el vendedor de
panes, explica que las personas juegan basándose en la Charrada China con
algunos ajustes cubanos. La gente relaciona los números de la Charada con
sueños y experiencias personales a través de cábalas (cábulas como se le conoce
popularmente), es decir, un sistema de interpretación mística y alegórica que
busca el significado del mundo a través de paralelismos entre dígitos y lo que
sucede en la vida de las personas.
También, Arturo señala que existe una
cartilla con una serie de listas y recomendaciones para alcanzar el éxito en la
“bolita”, este manual es muy seguido pues consideran que lo elaboró una persona
con fuertes conocimientos matemáticos y aritméticos. Asimismo, todos los días
reciben dos adivinanzas cuyos enigmas llevan a los números de la jornada.
Según El Jabao los banqueros siempre
tienen mucho dinero por si alguien asesta un buen golpe en un número y cuando
un digito lleva mucho tiempo sin salir entonces limitan la cantidad de personas
que lo pueden jugar por cada listero, además, existen las personas que juegan
al menudeo, 2 o 3 pesos diarios, y los que juegan al por mayor entre 100 y 200
pesos en una sola cifra.
Pero más allá de la “bolita” yacen
otros juegos ilícitos que alcanzan popularidad en nuestra nación, entre ellos
el dominó, el silo y las cartas por dinero. El primero de ellos lo encontramos
en cualquier esquina de una comunidad, donde un grupo de personas juegan al
dominó con cantidades considerables de capital en apuestas, suelen armonizar el
escenario una botella de alcohol y los gritos o el silencio de sus
participantes temerosos de recibir una “pollona” (como se le conoce a la pérdida de una ronda
sin ganar juego alguno) o que el contrario pegue su última ficha.
El silo consiste en un juego con tres
dados y varias personas que prueban suerte en los tiros y quien obtenga mayor
cantidad de puntos en los tres dados durante una tirada resulta el ganador. A
su vez los juegos de cartas van desde la brisca hasta el burro (populares entre
los cubanos) y llevan como atractivo principal la rivalidad económica.
Otros juegos de azar también subsisten
en la cotidianeidad del cubano entre ellos el de las chapitas que posee sus
variantes, así lo aseguró un joven de 28 años que dice ser el promotor de todos
estas actividades en su cuadra.
El dominó resulta uno de los juegos de mesa más seguido por los cubanos |
En las
competencias deportivas abundan las disputas, pues en el desarrollo de torneos
nacionales e internacionales de beisbol, boxeo, futbol y otras disciplinas, se
apuesta por los equipos y deportistas favoritos.
En tanto las
peleas de gallos, que los cubanos recibimos por tradición resultan escenarios
frecuentes de jugadores y casi siempre se acompañan de altos grados de
violencia, de forma similar ocurre con las peleas de perros, repugnantes por lo
sangriento de la contienda.
Asimismo, en
las carreras de caballos, motos y autos y en los torneos (competiciones de
habilidades en los campos) surgen riñas entre los contrincantes por problemas a
la hora de cobrar el dinero empeñado –destaca Rafael.
Múltiples
resultan la variedad y cantidad de juegos por dinero que existen en nuestro
país, pero múltiples también resultan las causas y consecuencias que trae
aparejado este fenómeno.
¿Enfermedad, vicio?
“La
sociedad cubana ha transitado por un proceso de desarrollo histórico y
cultural, que producto de nuestra idiosincrasia, de nuestros colonizadores, los
juegos resultan útiles, interesantes, en algunos casos terribles, inapropiados”
–sostiene la Licenciada en Sociología Arianna Beatriz Hernández Veitía,
profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de La Universidad Central “Marta
Abreu” de Las Villas (UCLV).
La profesora
universitaria explica que el juego por dinero constituye un factor psico-social
donde influye: la familia, la situación económica, los grupos de amigos, el
barrio, de todo esto depende si usted se convierte en una persona que juega o
no, claro que esto tiene un poco de subjetividad porque también obedece al
nivel de autodeterminación de cada cual.
“Estos
juegos no son aprobados socialmente, lo cual no quiere decir que no existan. En
el caso de Cuba no hay mayorías, ni mega estructuras o instituciones que
sustenten los juegos, por lo que no constituye un problema social grave pues
limita a la sociedad pero no la transforma ni la impacta” –aseguró Hernández
Veitía.
Por su parte
La Licenciada Elizabeth Jiménez Puig profesora de Neuropsicología y
Psicopatología General de La Facultad de Ciencias Sociales de la UCLV expone
que “en el clasificatorio de las enfermedades mentales DSM-4 no se reconoce la
adicción al juego como un trastorno, sin embargo en el proyecto DSM-5, sí se
incluye como una adicción, englobada entre los trastornos de la conducta.”
“Existe, por
tanto, la persona adicta al juego (o enfermedad denominada juego patológico o
ludopatía), y se trata como un enfermo pues cuando tú recibes una
gratificación, el cerebro genera dopamina y esta segregación te lleva a un
estado de excitación, y por ende tú buscas ese placer nuevamente y recaes una y
otra vez y te conviertes en adicto.”
¿Qué
tratamiento reciben los adictos a los juegos de apuestas?
-Cuando
llegan a nuestras consultas a veces resulta difícil identificar a qué tipo de
caso no enfrentamos. El tratamiento consiste en una serie de encuentros y
terapias que pueden incluir tratamiento farmacológico para trastornos como la
ansiedad o la depresión.
¿Cuáles
resultan las consecuencias de esta adicción?
-La adicción
te hace su esclavo, genera ansiedad y estrés continuados, problemas en el
ámbito familiar y comunitario y abstinencia por los niveles elevados de energía
con los que trabaja el cerebro, puede provocar incluso el propio suicidio.
En este
sentido la tesis doctoral de Sandra Gaspar Herrero, profesora titular de la Universidad
Complutense de Madrid enumera los siguientes síntomas de la ludopatía:
“necesidad de jugar con más dinero, inquietud o irritabilidad, esfuerzos sin
éxito por controlarse o detenerse, preocupación constante por las apuestas. El
sujeto juega cuando experimenta angustia, intenta recuperar el dinero perdido,
miente para ocultar su grado de implicación en el juego, arriesga o pierde
relaciones interpersonales y confía en que los demás le presten dinero.”
No obstante,
varios de los entrevistados no reconocen su adicción al juego. Arturo, por
ejemplo plantea que ha tenido muchos problemas por la “bolita” pero él sabe
controlarse. Mientras que El Jabao no se considera un ludópata pero afirma que
ha perdido cantidades considerables de dinero en las apuestas. Sin embargo,
Yurema, con 36 años de edad confiesa que hace un tiempo era una adicta al juego
lo que la llevó prácticamente a la quiebra.
En los juegos de cartas suelen apostarse grandes sumas de dinero |
“Los juegos de azar constituyen
fenómenos peyorativos, que deforman al individuo” –opina Yadán Galañena de 26
años. Asimismo Miriam Morales cree que las personas utilizan este tipo de
juegos para evadir la realidad y obtener dinero fácil, y cuando entran a este
mundo les resulta muy difícil salir.
Jugar con la
legalidad
La legalidad o no de determinado vicio
lo marca el sistema socio-económico en que se desenvuelve, así los juegos por
dinero constituyen un vicio legal en algunos países y en otros no. En Cuba los
juegos por dinero constituyen actividades ilícitas y rompen con las leyes de la
nación.
Según explica la especialista en
proceso penal Clara Margarita Yip Cairo, Fiscal Jefa de la Fiscalía Municipal
de Santa Clara, el Código Penal Cubano en el artículo 219 establece dentro del
ciclo de los delitos contra el orden público, los juegos prohibidos y los
reconoce como todo tipo de juegos por dinero u otra recompensa material, donde
participan varias personas directa o indirectamente (el banquero, colector, apuntador y
promotor).
“Este artículo prevé sanciones de uno
a tres años de privación de libertad, o multas de trescientos a mil cuotas. Además, si el delito previsto se
comete por dos o más personas, o utilizando menores de edad, la sanción es de
privación de libertad de tres a ocho años” –subraya la Fiscal Jefa Municipal.
“Estas sanciones solo las aplicamos
cuando el expediente se radica en Fiscalía para llevarlo a tribunal –expone Yip
Cairo-. Por lo general las fuerzas del orden público utilizan las
contravenciones del Decreto Ley 141 cuando el delito no resulta de gran magnitud
y proponen multas hasta 60 pesos, y el Decreto Ley 310 que impone cuotas hasta
mil pesos, el decomiso del medio con que se juega y el dinero encontrado en el
lugar.”
A decir de Clara Margarita sí reciben
algunos casos, pero la mayoría obtiene tratamiento contravencional, o sea, a
través de multas y advertencias. La población no denuncia estos hechos, por lo
que la policía los detecta y
proceden según lo establecido. A
veces este delito aparece ligado a otros como estafas, lesiones, riñas, etc.,
pero no siempre resulta así.
Todos los juegos por dinero clasifican
como prohibidos y las personas implicadas van desde prestar el local para la
realización de estas actividades, hasta la participación propiamente dicha, en
ocasiones las personas no concientizan esto e incurren en estas infracciones.Muchas personas se dedican a la crianza de perros para peleas por dinero |
Si bien es
cierto que los juegos ilícitos no son un problema social grave, debe
prestársele vital atención y realizar mayores investigaciones sobre el tema,
puesto que los referentes científicos del asunto resultan casi nulos. En tanto
las autoridades judiciales deben actualizar las sanciones aplicables a este
tipo de violaciones ya que la legislación vigente resulta poco eficaz.
No basta con
representaciones y personajes en el cine y la televisión como Chala en la
película Conducta que criaba perros para peleas o Lester
en la penúltima telenovela cubana Cuando el amor no
alcanza, que puso a relieve los conflictos del juego por dinero.
Todo en
cantidad resulta dañino, toca a cada cual imponerse su límite, colocar en una
balanza lo bueno y lo malo que los juegos prohibidos le han traído y revisarse
para saber si es adicto a los retos monetarios pues solo así lograremos apostar
por el juego de la vida.
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