Pedro Jorge Velázquez -
Quizás,
fuera de los tantos intentos cinematográficos que pintaron el sistema político
de los Estados Unidos, “Confirmation” sea en esencia, el más sencillo,
inteligente y terso de todos. Luego del 2000, la fiebre de los realizadores por
atraer al público hacia los dramas políticos marcó un flujo de ideas
renovadoras con un fin competitivo.
“Confirmation” es más de lo mismo, o mejor dicho, es lo mismo con más. Escrita por Susannah Grant y dirigida por Rick Famuyiwa, la película cuenta una historia real, crucial para atraer los ojos de los cinéfilos, el conflicto judicial entre el juez Clarence Thomas y la profesora de Derecho Anita Hill ocurrido en 1991.
“Confirmation” es más de lo mismo, o mejor dicho, es lo mismo con más. Escrita por Susannah Grant y dirigida por Rick Famuyiwa, la película cuenta una historia real, crucial para atraer los ojos de los cinéfilos, el conflicto judicial entre el juez Clarence Thomas y la profesora de Derecho Anita Hill ocurrido en 1991.
La
trama de la película nace en la destitución del juez Thurgood Marshall de la
Corte Suprema y la nominación del presidente George H. W. Bush (presente en la
película en imágenes reales de archivo) para que Clarence Thomas ocupara ese asiento.
Anita Hill, excompañera de trabajo de Thomas saca a luz una historia personal
que acusaba a este de acoso sexual intenso de forma verbal y visual. A partir
de ahí se abre un proceso judicial que empaña en gran medida la nominación de
Thomas y divide el país en dos filas de opiniones que ocupan completamente las
rutinas productivas de los medios de comunicación.
El
filme, a pesar de su pulcritud histórica, se diluye en su intención pragmática
de mostrar las carencias políticas que se esconden detrás de la Corte Suprema.
Vilipendia con mucha subjetividad las relaciones personales al interior de la
curia judicial y pone al desnudo diálogos y reuniones informales en los que se
toman decisiones de carácter oficial. El mensaje es un elemento protagónico en
“Confirmation” que se prediseña para un público cultivado en una terminología
jurista y en política norteamericana.
A
pesar de que en el largometraje se adopta una posición neutral estratégica para
proteger la historicidad del tema, la política de género se inclinó en cierto
grado hacia el sufrimiento que sienten las mujeres en casos de abusos sexuales
y las dificultades de cualquier ciudadano común para enfrentarse a conflictos
judiciales con los políticos. No es una intención feminista pero sí consigue
que las mujeres se sientan reflejadas en la pantalla de los 4:3 como mismo se
identificaron las féminas norteamericanas con el caso en tiempo real.
Sin
aportes sustanciales en montaje y edición, “Confirmation” no sorprende al
público más que con el estilo discursivo que protege los diálogos reales aunque
la técnica e instrumentos discursivos empleados no representan tampoco el
gancho ideal y sí la trama anecdotizada con gran contenido dramático. La banda
sonora es un complemento más y no un recurso para lograr momentos de clímax. Kerry
Washington (Anita Hill) y Wendell Pierce (Clarence Thomas) realizaron un
minucioso trabajo de reconocimiento y adopción de los personajes, lo que les
permitió manejar y defender sus posiciones fílmicas.
Este
filme, más que fusilarnos a quemarropa con sus mensajes subliminares potentes
también nos ofrece un tiro de gracia dado el contexto actual en que se lanza.
El racismo, presente en muchos de los políticos que son representados en la
película parece criticar este tema sensible y vigente en la sociedad
estadounidense de hoy día.
El trabajo de los medios de comunicación, vuelve a
manifestar en Confirmation, su omnipotencia sobre el cerebro de los públicos,
no dudan en exponer que nadie hace “mejor” periodismo y que cumplen una función
social intrínseca e imprescindible en la vida del ciudadano de Estados Unidos.
Como si fuera poco, un conflicto judicial con raíces políticas entre una mujer
y un hombre simboliza, sin ningún tipo de duda, la situación política de la
actualidad norteamericana, con el país sumergido en las elecciones que
definirán su presidente en los próximos cuatro años.
Muy buen comentario. Felicidades, voy a ver la película
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