Yasmani Pérez Forteza. Colaboración especial desde la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana -
Algunos dicen que diciembre huele a
cine, y quien se asomó por las calles de La Habana estos días del último mes del año se
deleitó de la magia del llamado Séptimo Arte. El 38 Festival del Nuevo Cine
Latinoamericano tomó el control de la ciudad maravilla del 8 al 18 de diciembre
y el público lo recibió con beneplácito.
El certamen comenzó como es habitual con la venta de los pasaportes. Esos boletos con destino a un lugar donde se experimenta más de una sensación. Y, no hubo mejor película para encender el proyector que la de origen argentino El ciudadano ilustre, la cual tiene la capacidad de hacer reír mediante el uso de la ironía y aborda el mito del profeta en su tierra.
El certamen comenzó como es habitual con la venta de los pasaportes. Esos boletos con destino a un lugar donde se experimenta más de una sensación. Y, no hubo mejor película para encender el proyector que la de origen argentino El ciudadano ilustre, la cual tiene la capacidad de hacer reír mediante el uso de la ironía y aborda el mito del profeta en su tierra.
La feria de la sala oscura es casi
cuarentona y viene acompañada por más que buen cine latinoamericano. Las
denominadas Galas fueron una pequeña
muestra de lo producido en la gran meca, Hollywood, largometrajes como Jackie,
sobre la esposa de John Kennedy y protagonizada por Natalie Portman o Snowden,
del afamado director Oliver Stone, que narra la historia del exempleado de la NSA.
El panorama contemporáneo, la
muestra francesa o las conferencias magistrales de destacados realizadores
fueron algunas de las actividades colaterales del evento. La presencia del
destacado director de cine estadounidense Brian de Palma, creador de cintas
como Scarface (1983), Pecados de guerra (1989), Vestida
para matar (1980) y Los intocables (1987) constituyó una de las
grandes atracciones.
Las salas se llenaban cada vez más,
las colas rodeaban las manzanas de las arterias capitalinas y las rositas de
maíz llegaron a convertirse en un plato predilecto estos días, sin descartar
las enormes colas para comprar un refresco que producían más de un agravio.
El país anfitrión no se quedó atrás,
trajo a concurso 5 largometrajes Últimos
días en La Habana,
Sharing Stella, Ya no es antes, Esteban y El techo. Nada nuevo ofrece un cine cubano marcado por temas
demasiado recurrentes como la migración. Fernando Pérez en Últimos días… enmarca a la ya gastada Habana en un contexto algo
crudo, sin embargo tiene el mérito de dibujar una sociedad y una urbe a través
de los sonidos.
Mientras tanto, Sharing Stella de Enrique Álvarez se convierte en una película sin
filtros con obscenidades por doquier, grabada de una manera sui generis, cámara
en mano, por uno de sus protagonistas. Mediante sencillas preguntas este
personaje, adopta un papel de detective convirtiéndose en inquisidor de las
aspiraciones de un grupo de actores.
A Ya no es antes, producción de Lester Hamlet, convertida en la
película más popular del Festival, no le hacía falta nada más que sus dos intérpretes,
Luis Alberto García e Isabel Santos. Reencontrar, una vez más en pantalla, a
esta pareja es todo un privilegio. La cinta aborda la migración de tal modo que intenta reflexionar en donde
se está mejor.
Mérito de esta edición es haber
rescatado cuatro íconos de la
filmografía cubana: Memorias del subdesarrollo, Los sobrevivientes,
Una pelea cubana contra los demonios y Retrato de Teresa. La
restauración de los filmes constituye un pequeño paso en la preservación de la
memoria cultural cubana.
La filmografía la Patria Grande otra
vez roba protagonismo, principalmente la chilena y argentina, y cumple con el
propósito de reflejar el enriquecimiento y reafirmación de la identidad
cultural latinoamericana y caribeña. La difícil situación de Colombia, marcada
por la presencia de grupos paramilitares, el conflicto bélico y la violencia
contra la mujer, tiene voz en La mujer
del animal y en el corto Madre.
La cinta merecedora del gran
galardón del jurado fue Desierto,
dirigida por Jonás Cuarón, la cual tiene en su rol estelar a Gael García Bernal
y narra la odisea que pasan los emigrantes latinos en México para cruzar la
frontera hacia Estados Unidos. Un grupo de indocumentados, que se encuentra
bajo el brutal asedio de un vigilante norteamericano, solo tiene un objetivo, sobrevivir.
Si Neruda, ganadora de la mejor dirección artística y edición, narra
la vida de este gran poeta chileno perseguido por pertenecer al Partido
Comunista, Jesús refleja la de un
joven poco comunicativo, adicto a las drogas y practicante de sexo en lugares
públicos que un incidente irreversible le cambia la vida.
El Premio “Únete” de Naciones Unidas
otorgado a Rara, donde una niña de 13
años se ve en el dilema de tener dos mamás, es un paso a favor de la lucha por
los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual.
Largometrajes de ficción, medios y
cortometrajes, documentales, Animación, Guión inédito, apartados para la
religión (Cuestión de fe), la diversidad sexual (Los colores de la diversidad)
y terror(A medianoche) son solo algunas de las variadas ofertas que el festival
puso a disposición de la audiencia.
El 38 Festival se quedó solo en la
capital y no viajó a algunas provincias como la ocasión anterior. Comprar un
diario del evento era casi imposible. A pesar de todas las dificultades,
#mirollo y #mipelícula se dejaron ver y el público se quedó con ganas de más,
solo queda esperar al próximo diciembre para oler esa fragancia que embriaga a
todos.
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