Deportes colectivos en conteo de protección: Voleibol

Los deportes colectivos cubanos atraviesan una sequía de títulos al máximo nivel que invita al análisis. En esta ocasión Lázaro Arias aborda el tema del voleibol.


Lázaro Arias Yusta - De leyendas, títulos, héroes, sangre, sudor y lágrimas reboza la historia de los deportes colectivos cubanos mientras hoy atraviesan una sequía de títulos al máximo nivel que invita al análisis. Motivos y razones: más que analizados, pero pueden pasar peligrosamente de una mala racha a volverse cotidiano ver regresar cabizbajos a nuestros atletas bajando por las escalerillas del Aeropuerto José Martí.
Nadie podría asegurar que el desarrollo de un deporte colectivo resulte barato o sencillo, pero el retroceso gigante en deportes históricos en nuestro país sería bien difícil de justificar. Si hablamos del máximo nivel: olimpiadas y campeonatos mundiales, solo imágenes refractadas a través de un cristal borroso remiten nuestra mente hasta los tres campeonatos olímpicos de las Morenas del Caribe, el título de la Liga Mundial ´98 del voleibol masculino, el bronce del básquet cubano en Múnich ´72, el segundo lugar del béisbol en el Clásico Mundial. 

Voleibol...


Cuba acumula años con una pobre participación en la Liga Mundial, único medidor que tiene nuestra selección durante todo el año
El deporte de la maya alta cuando parecía comenzar otra época dorada, luego de un trabajo arduo con un grupo de jóvenes talentos, todo se vino abajo y se apagó la luz de la esperanza. Añoramos actuaciones como el subcampeonato mundial del 2010, o como aquellas que repletaban la Ciudad Deportiva cuando Cuba media fuerzas contra la Rusia de Dmitri Muserski o el Brasil dirigido por Rezende.

Actualmente el equipo masculino marcha décimo tercero y las féminas en el puesto 23 según la actualización del ranking de agosto 2016.
En 2016 salió otra vez del congelador, un grupo de voleibolistas clasificaron a los juegos Olímpicos de Río contra todo pronóstico, por derecho propio, pero esta vez no fueron las deserciones. Se dejaron llevar por la belleza nórdica de cabellos rubios y pómulos rosados como si en Cuba no sobraran las curvas pronunciadas.
La tentación jugo una mala pasada, quedándose el único equipo de Cuba con más de dos integrantes clasificado para Río 2016 recluido en Finlandia a causa de un presunto ataque sexual del que poco se sabe y se informa, cuando en el lugar había profesionales de la prensa cubanos. Entre los medios internacionales atacando el silencio de la federación cubana del deporte y otros divagando sobre un presunto video, la noticia se diluye en el tiempo. Cinco jóvenes talentosos quedaron en Tampere, Finlandia.
Una inconstante liga fantasma, a veces vigente y a veces oculta, no tributa a una preparación y roce competitivo efectivo entre los atletas de categorías inferiores. Mucho da que pensar que Cuba lleve dos años sin participar en la Liga Mundial, pero el tiempo y la experiencia demuestran que violentar etapas a nuestros deportistas, por mucho que el talento brille, resulta fatal.

Melissa Vargas saltó al equipo nacional tan solo con 14 años. Nadie duda de su calidad mundial, pero ha enfrentado varias lesiones en su hombro de atacar.
Las estrategias no maduran y el tiempo no perdona. Debe organizarse el trabajo desde las categorías inferiores y lograr insertar los atletas en ligas foráneas ya que la nuestra parece no salir del agujero de la mediocridad. Solo así la liga universal volverá a nuestra Ciudad Deportiva colmada de sonrisas y gritos de los entusiastas seguidores. 

En los últimos años el equipo masculino de voleibol ha perdido varias alineaciones regulares.

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