Encuentros del 2016: Cristina Escobar (periodista)

En abril de 2016 Cristina Escobar visitó la UCLV y participó en la V Jornada de Comunicación organizada por la Facultad de Humanidades. Sin miedo al Horizonte comparte las declaraciones ofrecidas por la periodista. 

Crónica de una entrevista apresurada


Eylen Salermo Fernández - Confieso que cuando tuve conocimiento de que la reconocida periodista cubana Cristina Escobar visitaría nuestra universidad, con motivo de la V Jornada de Comunicación; sentí gran expectativa.
Los estudiantes y profesores de Periodismo nos dimos a la tarea de realizar una cobertura total del evento. A la hora de designar quién la entrevistaría, me ofrecí como voluntaria. Desde ese preciso instante me volqué hacia la Internet y busqué cuanta información hubiera acerca de ella. No podía permitirme estar de pie frente a una de las mejores entrevistadoras del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, e incluso de la plataforma multinacional Telesur, y no conocer al menos los puntos más significativos de su labor reporteril.
Me propuse hacer la “mejor” de las entrevistas que he escrito en mi corta experiencia periodística. Preparé un cuestionario que superaba las diez preguntas, necesitaba saber cómo la joven Cristina graduada de Técnico-Medio en Informática había llegado al Periodismo. Soñé. Me imaginé participando en diferentes eventos y concursos con aquella conversación.
Llegada la hora, me sentí nerviosa. Sin embargo, esa ansiedad cesó cuando me la presentaron y me afirmó que, a pesar de la gran cantidad de medios provinciales presentes en la sala, ella me concedería la entrevista.
Pasó una hora, otra, y su conversatorio con los estudiantes de las carreras de Comunicación Social y Periodismo no concluía. La ansiedad volvió a recorrer mi cuerpo. Comenzaron a hacerle preguntas, redactadas de disímiles maneras, pero que al final sus respuestas tributaban a lo que tenía apuntado en mi agenda. Tuve que reinventarme y ajustarme al tiempo, al tema…
Llegó el momento —pensaba yo—. En aras del tiempo solo pude hacerle una pregunta: Cristina, por tu experiencia en los medios, esencialmente en la televisión, ¿consideras que los periodistas, locutores y el personal en general que trabaja para el Sistema Informativo de la Televisión Cubana asumen la comunicación política con la profundidad, seriedad y responsabilidad que se requiere?
— En Cuba existe la visión de que los conductores de noticieros deben ser locutores profesionales. Esta máxima funcionó en un momento de la historia de la Televisión, pero ya no es más así.
“La tendencia actual atribuye estas funciones a personas con preparación periodística, capaces de improvisar e interpretar. Quizás un locutor profesional tenga la mejor dicción y la mejor imagen, pero sus capacidades se ven disminuidas porque no tienen un previo entrenamiento periodístico. En el mundo moderno generar información constituye un ejercicio de todos, donde cada individuo tiene una función de creación, no de repetidor de contenidos que otros crean”.
En consecuencia, “los periodistas comprendemos que parte de nuestro rol en la comunicación está en cámara. Lo que nos queda es prepararnos para asumir el protagonismo en los espacios informativos”.
A pesar de lo efímero que resultó el diálogo entre las dos, quedé satisfecha. Su carácter afable y su lenguaje, tan apegado al nuestro, nos mostraron a una Cristina diferente, una Cristina universitaria.

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"Cuba es un país de oportunidades para los que estudian Periodismo y Comunicación"


La periodista Cristina Escobar sostuvo un conversatorio con estudiantes y profesionales en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, a propósito de la quinta edición de la Jornada de Comunicación de la Facultad de Humanidades.


«Cuba es un país de oportunidades para los que estudian Periodismo y Comunicación. Yo soy producto del sistema educacional cubano, no aprendí inglés en ningún otro país. No hay magia. Hay estudios y esfuerzos»
Especializada en temas internacionales dentro de los que destaca el diálogo entre Cuba y Estados Unidos, Escobar definió como interesante la realización de este evento en torno a la comunicación política, y ofreció una explicación sobre el ejercicio de la hegemonía por parte de EE. UU., que si bien antes se dirimió en el plano bélico, económico y político, en los últimos 50 años se intentó aplicar la agresión directa y la hostilidad.
«Todo era más fácil antes del 17 de diciembre, pues éramos enemigos, todo era claro. Pero de pronto eso cambia, hay un presidente que dice que hay que levantar lo que ellos le llaman convenientemente embargo, y es el bloqueo: el sistema de sanciones más complejo que sufre un país.
Comienza a ejercerse la guerra no convencional. Los intereses hegemónicos fueron aplicados de una manera más barata con un menor costo para la imagen de Estados Unidos. Lo que hicieron fue un trabajo de limpieza de la imagen de EE. UU.», explicó.
Al respecto, se refirió a que Estados Unidos logró una manera distinta de ejercer la hegemonía y establecer una política diferente a la de George W. Bush. «Tuvieron que acudir a un diálogo pues el tema Cuba era la puerta que estaba cerrándose en América Latina y era necesaria una reivindicación para cumplir intereses hegemónicos y geopolíticos en el continente. Lo que ellos quieren lograr es un sistema político coherente y subordinado a los Estados Unidos, con la posición de “Vamos al diálogo y generemos cambios en Cuba”. Es una influencia simbólica y cultural, “Soy tu amigo y vengo a ayudarte”», comentó.
La joven presentadora también calificó la reciente visita a la isla de Barack Obama, Presidente de ese país, como el ejercicio más refinado y elaborado de la comunicación política. «Si antes se aplicaba la Ley Helms Burton y la guerra, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se dirimen ahora en el escenario simbólico, cultural y mediático.
Se basa, por ejemplo, en el parecer familiar con el acompañamiento de su suegra; en el parecer simpático con la participación en el programa de Pánfilo», agregó.
Escobar, primera periodista de la Isla que después de 54 años pudo realizar una pregunta al portavoz de la Casa Blanca en rueda de prensa en Washington, expresó que la oficina de prensa de la Casa Blanca es una gran maquinaria, «todo lo que parece una cosa simpática es ejercido desde una coreografía de la comunicación. Es un montaje preparado para la construcción y la dramaturgia con un sistema de creación de contenidos muy refinados. El discurso como pieza de entretenimiento está lleno de ausencias y convenientes omisiones, pues no existe el bloqueo y de pronto hacen una fuerte comparación entre dos países diferentes».
La presentadora y comentarista opinó que no existe una ubicación en el sistema de prioridades en torno al lugar del escenario mediático y discursivo. Los medios cubanos y la comunicación están abocados a Internet, enfrentan el consumo del paquete semanal, confluyen con los proyectos alternativos de comunicación.
«Pero en Cuba hay una fortaleza fundamental: hay gente inteligente y con capacidad de empoderarse mediante un ejercicio joven, un discurso más desprejuiciado en este contexto de enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos», dijo.
Exhortó además a los futuros profesionales del Periodismo y la Comunicación a acortar la distancia entre lo que quiere la audiencia y los contenidos de los medios; así como incluir los flujos productivos de los medios en las redes sociales. «El periodismo es una responsabilidad y un servicio público que brinda satisfacciones explosivas por el sentido de utilidad»
En la cita, que se convirtió en plataforma para aclarar las dudas de estudiantes y profesores, recordó pasajes en la Casa Blanca, como parte de su cobertura a los principales hitos del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EEUU., y comentó las oportunidades que traerá el contacto pueblo a pueblo recibiendo a los americanos en Cuba.
Manifestó que Estados Unidos roba términos cubanos «por la incapacidad que tenemos de generar discursos y contenidos», que la comunicación pública es opcional cuando debe ser parte del trabajo de los funcionarios políticos.
«Ármense de teorías y de ejercicios de interpretación que van desde una filosofía bien dada hasta la lectura del Marxismo y la Historia de Cuba. Hay que proveerse de herramientas que ofrezcan la capacidad de interpretar y de relacionar conocimientos para adquirir una independencia y mantenerse al tanto de los acontecimientos desde una perspectiva crítica y activa, no inerte. Duden de todo», recomendó la aguda analista, quien confesó al final de la cita que las asignaturas que más agradece son las filosofías, las literaturas y las historias, que sirven para cualquier contexto.

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