Remedios: La cara oculta del 500


25 meses después, en la casa-museo Alejandro García Caturla persisten las afectaciones a causa de la construcción del hotel Camino del Príncipe.


Lázaro Arias - Pasaban los días y las noches, las semanas y los meses, las reuniones, las promesas, todo seguía igual. El espíritu rebelde que caracteriza a María Aleyda Hernández Suárez no le permitía quedar de brazos cruzados y dar por sentada la situación que aquejaba el inmueble que fuera hogar por 20 años del estelar músico-jurista Alejandro García Caturla, Monumento Nacional desde 1970, a causa de la contrucción del hotel Camino del Príncipe. Aleyda, graduada de filología de la Universidad Central “Marta Abreu” de las Villas comienza su vida laboral entregada de cuerpo y alma a esta institución, que la acogió por 36 años hasta su jubilación en septiembre del pasado año.

La cenicienta del 500

Cuando comienzan los preparativos para construir el nuevo hotel Camino del Príncipe y se colocan las cercas perimetrales, fue convocada una reunión del sectorial municipal de cultura de Remedios en noviembre del 2014 para tratar el tema, pues ya constaban con la experiencia similar de filtraciones del hotel Barcelona hacia la Casa de Cultura Agustín Jiménez Crespo “de la que se tuvo que encargar Cultura Municipal”, alega indignada Aleyda. 
En esta junta se determina cerrar el museo mientras duren las obras y colocar los medios exponentes hacinados en las demás habitaciones para evitar que golpes o derrumbes dañen la exposición. Resultado: poco más de 20 meses permaneció cerrado el museo hasta que abre sus puertas parcialmente en julio de 2016. 

Amontonadas estuvieron las exposiciones por varios meses a merced de la humedad, el comején y las trazas

“Meses de polvo y ruido, de trabajo arduo en pos de conservar los bienes de exposición, de soportar las indisciplinas de las brigadas constructoras que llegaron a lanzar excremento en cajas de comida al patio interior, la misma que luego fue abanderada por proeza laboral en el acto por el aniversario del 500”, así recuerda María Aleyda el desenlace de las obras por el medio milenio de la Octava Villa.
Obras en el hotel Camino del Príncipe (derecha) y museo Alejandro García Caturla (izquierda).

En medio del ruido, del ajetreo y del ir y venir, como todo lo que se hace con prisa y descontrol, queda al descubierto el cerramento de la pared que pertenece a la casa-museo. Lugar por donde los primeros aguaceros comenzaron a amenazar las invaluables colecciones allí expuestas.
Así queda al descubierto durante las obras del 500 aniversario el muro aquejado cuando comienza la humedad y las filtraciones.


Ya edificada la nueva obra, que se sumaba al Mascote y al Barcelona como instituciones para el ocio, la pared común del museo y el antiguo mercado sigue afectada por la construcción de una pared de ladrillos paralela a esta por donde se escurre el agua hacia los salones expositivos provocando manchas por la humedad y las graves filtraciones a pesar de que actualmente estén cubiertos con pintura. La peor parte de problema recae en el despacho de Caturla y el de Silvino García Balmaceda. 

El despacho de Caturla es la habitación más afectada. 

Actualmente, el despacho permanece cerrado.
La pasividad con que las autoridades locales trataron tan sensible tema impulsa a Aleyda a presentar una queja al delegado de su circunscripción y solicita una respuesta de Emprestur (entidad ejecutora de la obra) de la que recibe respuesta el 8 de junio de 2016. Elaborado sobre la base de un análisis realizado el arquitecto Reynaldo Mendoza Valdivia, encargado de la conservación del patrimonio del casco histórico de la ciudad de Remedios y firmada por Zaida Gómez Peña, directora del sectorial municipal de cultura, el informe alega que los problemas han sido resueltos. 
Este plantea que el problema ya fue solucionado luego que fuera impermeabilizado en el mes de abril por una brigada perteneciente a turismo, la permanencia de las manchas la causa la humedad acumulada por la lluvia en el arrimo entre las dos construcciones por varios meses.
Mendoza afirma: “nunca plasmé en el informe que entregué a Zaida que el problema se haya solucionado, pues mi inspección fue en base a que la impermeabilización tuvo un adecuado terminado, la cual nunca pude constatar. 
Refiriéndose a las fotos que le muestro explica: “esta capa artificial está mal colocada y la capa impermeable debió aplicarse a todo lo largo del muro”.

Impermeabilización realizada en abril de 2016

Reynaldo Mendoza reconoce que este trabajo no está bien ejecutado.
El 17 de octubre de 2016 la tarde soleada cambia y pone fin la sequía en Remedios. Un feroz aguacero que hizo correr agua por las paredes y las manchas de humedad del despacho de Caturla y resultaron afectados documentos personales de alto valor ubicados en un librero próximo a la pared en litigio. 
Causas judiciales dañadas durante el aguacero del 17 de octubre 2016. 
Aleyda explica que esas manchas ya quedarán para siempre impregnadas.

Así corrió el agua por las paredes del despacho de Caturla el 17 de octubre de 2016


Soluciones

El día 13 de enero la brigada de Emprestur que causó los daños laboraba colocando impermeabilizante a través de toda la parte afectada y un manto desde el encofrado de la pared del hotel que escurre el agua hasta el tejado, pero no cubriéndolo totalmente. Mendoza explica a Roberto Durán Rodríguez, inversionista de cultura, que si no se completa el trabajo con la colocación del manto sobre todo el tejado hasta la canaleta hacia donde escurre, las filtraciones solo serán sustituidas por goteras o escurrimiento y el techo de madera será entonces el afectado. Otra intervención innecesaria y de solución incompleta.


El museo no fue el único afectado por la construcción del hotel Camino del Príncipe, la vivienda de José Antonio Suárez Rocas fue dañada también. Cuenta indignado como sin previo aviso los constructores comenzaron a dar golpes en las paredes de su casa. “Si mi mujer no se mueve y presenta quejas a todos los niveles, estuviera hoy sin techo; más de un año mi casa estuvo sin cubierta, llena de escombros, mis hijos en casa de sus abuelos, no querían terminar la obra, que todo quedara como lo estás viendo costó sangre, sudor y lágrimas. Pero la terminación fue buena y no tengo quejas de ella”. 
Si Emprestur pudo solucionar los problemas de la familia de José Antonio, surge la interrogante: ¿por qué no soluciona de manera definitiva los del Monumento Nacional? Claro, un edificio no puede defenderse por sí solo.
 José Antonio muestra como colocaron en su techo el rematado a la pared artificial, muy diferente a la del museo.

Al cuestionar a Mendoza sobre su labor como velador del patrimonio en la cuna de las parrandas expone que el equipo que dirige no tiene personalidad jurídica, funciona como entidad consultora de Planificación Física y no puede establecer una demanda legal contra Emprestur. Le corresponde a Cultura Municipal llevar adelante el proceso. 
“Turismo tiene la obligación moral y jurídica de resolver los problemas que causaron y consta con las herramientas necesarias, el personal calificado y la tecnología adecuada para solucionar el problema en un mínimo de tiempo”, agrega Mendoza con la esperanza de que la solución definitiva llegará. 

Mendoza: “Hace 4 años existe un proyecto para trasladar las funciones del grupo que dirijo a oficina del conservador, esto nos permitiría ganar en protagonismo y disponer de un presupuesto”.

Mendoza: “Remedios da un cambio radical con las obras del 500. Pero la premura la acompañó el mal trabajo”.


Turismo, patrimonio, equilibrio

La Constitución de la República de Cuba, el capítulo 39, inciso h, indica: “El Estado defiende la identidad de la cultura cubana y vela por la conservación del patrimonio cultural y la riqueza artística e histórica de la nación. Protege los monumentos nacionales y los lugares notables por su belleza natural o por su reconocido valor artístico o histórico”.
Según Aleyda, las paredes del hotel también fueron afectadas por humedad, pero “ellos solucionaron su problema y empeoraron el nuestro con la colocación de una capa artificial de un material que escurría el agua hacia nuestro tejado. Lo único en que nos benefició el medio milenio fue que pintaron la fachada del museo”. Aleyda siempre recibió respuesta del sector al que pertenecía, cultura, pero que hay de Emprestur Villa Clara, verdadero encargado de ejecutar y supervisar las obras que causaron lo daños. Las brigadas contratadas por Emprestur colocaron andamios en la cubierta del museo que data de 1875 poniendo en riesgo la integridad de la misma.

 La institución ha sido visitada por personalidades como Jose María Vitier, Frank Fernández, Leo Brawer y Zenaida Romeu han quedado atrapados por los valores artísticos y contemporáneos de la obra de Alejandro García Caturla.

“Fui tratada como mentirosa por altas autoridades de este municipio, decían que cómo era posible que el problema estuviera latente, pero no me di por vencida. No lo hago por mí, sino por Caturla, por el ilustre, el brillante, el incorruptible, por todo lo que me enseñó su ejemplo en más de tres décadas. Yo pudiera estar trabajando aún en lo que me gusta, pero prefiero librar esta guerra desde mi casa”, concluye Aleyda con la confianza de que ganará esta guerra contra el cinismo pues lleva siempre la razón a la batalla.
Remedios, a pesar de encontrarse cerca de la Cayería Norte, no es un destino de sol y playa, vende al visitante foráneo su cultura: las parrandas, arquitectura colonial, el calor de su pueblo, museos; si no somos capaces de proteger ese patrimonio para construir unas pocas habitaciones, que poco cubanos seríamos entonces.
Irresponsablemente trataron el patrimonio de la nación, pusieron en riesgo singulares obras de valor intrínseco para la cultura remediana y cubana en general. 
¿Acaso Emprestur tiene derecho a violar la ley de leyes?, ¿Remedios tendrá una oficina del conservador?, ¿la solución definitiva será eficiente y lo suficientemente rápida para conservar la herencia de este cubano universal?, ¿pagará Cultura o Turismo los platos rotos? 
Van 25 meses de indiferencia y soluciones a medias cuando el tiempo no es opción para el legado de Caturla a su pueblo remediano.

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