Encrucijada intelectual

Estudios develan que apenas entre 1995 y 2003 emigraron 34 mil 202 cubanos con nivel superior, aproximadamente el 20 por ciento del potencial profesional universitario de dicho período, cifras duplicadas durante los últimos cinco años.  


Zulariam Pérez Martí * - Dicen del pez que crece de acuerdo con el acuario en que vive y conozco un “acuario” donde muchos crecen sin límites: la Universidad.
Aun cuando todas las enseñanzas son imprescindibles para la formación profesional, ninguna libera más al estudiante que la casa de altos estudios. Dejas de consultar los manuales y tragas literalmente a los clásicos de los clásicos. Inicias un proceso en el cual entras larva y terminas con una talla de nivel superior. Te conviertes, entonces, en un ser social con cambios profundos en pensamiento, estética, costumbres…, dejas de ser el pez ingenuo que saltaba y saltaba.
¿Se ajusta la ubicación laboral a la anchura y peso con la cual sales de la Universidad? En Cuba, el Código de Trabajo estipula beneficios para los recién graduados en período de adiestramiento; sin embargo, no siempre se emplean a plenitud ni la empresa otorgada está acorde con el perfil. Además, los salarios no son, por lo general, estimulantes. Resulta difícil hoy para una persona recién salida de las aulas mantener una familia o sostener el sueño de comprarse una casa a largo plazo con el salario recibido.
“Me deprime sobremanera ver a jóvenes graduados de ingeniería en Telecomunicaciones o Informática arreglando celulares en cualquier puestecito, cuando estudiaron carreras de excelencia, acreditadas incluso. Muchachos inteligentes desperdiciados porque no supieron retenerlos”, dijo una cienfueguera.
Ese sería uno de los casos, pues otro abandona el país como vía de superación y realización profesional. Mutan de licenciados a másteres o doctores en naciones con idiomas difíciles, ahorros de por medio, mucho estudio, pero lo hacen. Le sirven a quien se desentendió con su vida estudiantil, a quien no le puso ni un centavo para su formación.
Estudios develan que apenas entre 1995 y 2003 emigraron 34 mil 202 cubanos con nivel superior, aproximadamente el 20 por ciento del potencial profesional universitario de dicho período, cifras duplicadas durante los últimos cinco años.
"Ellos hacían como que me pagan y yo hacía como que trabajaba…, un día me cansé y vine a parar a este puesto de artesanía”, agregó un historiador.
En Cuba se planifican las plazas para la Universidad en correspondencia con las demandas que se van a producir en los cinco años próximos. Al gestarse afectaciones en esa planificación, luego se resienten las condiciones de progreso del país en materia de recursos humanos.
Lo normal sería que en los centros de trabajo, existieran las condiciones objetivas y subjetivas para aprovechar todo lo traído por el recién graduado, ello incluye entusiasmo, deseos de hacer más. Quizás seamos el único país en haber invertido tanto, en capital humano, y que paradójicamente, genera tan limitado crecimiento económico, contrario a las experiencias de desarrollo económico en otros países, después de la década de los 60, como Japón, Corea del Sur, Singapur, Malasia o en aquellos más recientes de rumbo socialista como China y Vietnam.
El bienestar personal como resultado del trabajo honesto en Cuba no puede constituir un discurso más, un enunciado de murales, una proyección perdida en el calendario, el pez necesita agua para moverse y reproducirse, de lo contrario entra en encrucijadas.

Ilustración: Villalvilla

*Periodista de Cinco de Septiembre en Cienfuegos, graduada de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas

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