Anoche fueron revelados los rosters de los equipos al Clásico Mundial de Béisbol. Le presentamos este análisis sobre la nómina de Cuba al evento, que excede los 28 jugadores oficiales por la convocatoria de otros "lanzadores designados".
Lázaro Arias Yusta - “Cuba prescindirá de sus grandes ligas”
rezaba cierto comentarista en la televisión nacional. No creo que “prescindirá”
sea la palabra correcta, suena a que “no los necesita”. Más bien “no dispondrá”
sea más acorde con la situación.
Ya circula la relación de peloteros del
equipo Cuba que representará a nuestro país en el máximo evento de las bolas y
los strikes a nivel de selecciones nacionales. Si a la Serie del Caribe nos
presentamos con un equipo diferente, brioso y con ganas de defender su título,
los pronósticos de cara al Clásico no inspiran mucha esperanza pues mucho
difiere en calidad y exigencia.
De
los 28 convocados, 20 acompañaron a Martí a la Serie caribeña este año y 12 se
coronaron campeones (Foto: Cubadebate)
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Nada diferente nos ofreció Carlos Martí
esta vez, mezclando a la mayoría de los jugadores que convocó a Culiacán con
otros que se destacaron en la Serie Nacional. Poniendo como regla su instinto y
experiencia por encima de la sabermetría. Ojalá tenga en cuenta que de la Serie
caribeña al Clásico existe una distancia como de la Tierra a la Luna.
Hace varios años que el rendimiento en la
Serie Nacional no puede tomarse como paradigma a la hora de aunar una
selección. Hay que mirar más profundamente en las estadísticas de la segunda
fase, en eventos internacionales o en estadísticas poco dominadas como el WAR,
las carreras producidas por partido, etc.
La selección de los jugadores para defender
el diamante no está desacertada porque no había mucho de donde escoger. Ahora, en los jardines y el picheo, Martí o fuerzas más poderosas, optaron por
peloteros sin experiencia en el extranjero y sin nada para demostrar cuando nos
enfrentemos a profesionales, sobre todo en el área de los lanzadores.
En este apartado encontramos nombres que llaman
la atención como Raidel y Leandro Martínez. Este último no demostró mucho con
los Alazanes en México y no posee ningún arma especial entre sus lanzamientos.
Se nota la ausencia de Jonder Martínez, el derecho clave en las 70 victorias de
los Cocodrilos en esta Serie y con experiencia internacional. Para variar,
convocaron a 8 abridores para adaptar algunos en la función de relevistas,
error más que trillado en actuaciones internacionales.
No sorprende que el niño mimado de la
pelota cubana, Víctor Víctor Mesa, asista por delante de Julio Pablo Martínez.
El pequeño guantanamero se preguntará lo que tiene que lograr para clasificar
en el Cuba. Yoelkis Céspedes, aunque nadie duda de sus habilidades cuenta con
solo una temporada en su expediente y ya va con el equipo grande a estrenarse
en la tierra del sol naciente.
Por supuesto que con 28 capacidades no
podríamos llevar a todos los que quisiéramos, pero una selección más sobria e imparcial
podría haber ocurrido. ¿Y Julio Pablo? Lo observará por la pantalla de la TV en
su casa.
Este es un Cuba diferente, mezcla de
experiencia y juventud, escaso de bateadores de fuerza, de estrellas
consagradas, de lanzadores rápidos. No nos nublemos la vista, sí, el equipo va
a luchar y pasará de la primera fase, pero otra historia acontecerá cuando
encare la segunda fase posiblemente contra Japón, Corea del Norte y Holanda, un
béisbol diferente al que no estamos acostumbrados.
La fórmula para la nomenclatura del equipo
fue la misma que competencias anteriores: muchos abridores, algunos novatos,
otros consagrados, unos terceros con muchas ganas. Ahora queda por ellos, si
regresan con la cabeza en alto vestidos de honor o con la cola entre las
piernas.
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