La profesora de la Escuela Especial Fructuoso Rodríguez, Marisel Carpio lucha día a día por la inclusión social de las personas sordas, ciegas, baja visión y con trastornos del lenguaje.
Giovany Peñate Cruz - Agitando sus manos en el aire, con su voz dulce y fuerte, y el empleo
de los más inesperados medios de enseñanza, Marisel Alejandrina Carpio Jiménez,
logra llegar día a día a las mentes y los corazones de niños sordos, ciegos,
con baja visión y trastornos del lenguaje, así, demuestra que solo el amor engendra lo que perdura, solo
el amor convierte en milagro el barro.
Marisel ostenta
desde 2007 la condición Maestra Martiana en la provincia, en 2013 la Asociación
de Sordos de Cuba (ANSOC) le otorgó el premio Manos de Cristal y en 2015 su
Círculo de Interés: “En mis manos está una cultura vial” recibió la distinción
“Promotores de la Seguridad Vial”. Así, la podemos encontrar siempre con ideas
y proyectos nuevos, tratando de no dejarse abatir por los inconvenientes que
pueden surgir durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
A sus cincuenta y
cinco años de edad Marisel recuerda aquel 1996 en el que comenzó a educar a
estudiantes sordos, aquella maravillosa etapa en Secundaria Básica, las
escuelas al campo, los primeros años como maestra primaria en una escuelita
rural de Manicaragua, las noches de desvelos estudiando en la Escuela
Pedagógica y el momento de su infancia en el que escoge la educación como su
carrera, tiempo en el que aprovecho y lanzo la primera pregunta.
-Su mamá despalilladora de tabaco y su
papá agricultor. ¿Cómo llega Marisel a la pedagogía?
Desde mi infancia admiré a mis maestros y en los juegos de roles
siempre desempeñé el papel de educadora. Además, mi mamá era analfabeta, pero
ella misma aprendió a leer y a escribir y con ese mismo espíritu nos educó
en valores como la sencillez y el sacrificio. Yo accedo a la carrera con doce años, tras un llamado a jóvenes con el
6to grado vencido a formarse como maestros primarios, en cinco años, pues el
país tenía un déficit de maestros. Mi madre
se opuso, pues pensaba que era muy joven para elegir mi futuro, pero me impuse
y recibí el apoyo de toda la familia.
“El primer
semestre de la carrera nos llevaron para Topes de Collantes en Santi Spíritus,
ya que la construcción de la Escuela Formadora de Maestros “Manuel Ascunce”
aquí en Santa Clara no había concluido. Luego, inauguramos dicha edificación
que hoy ocupa la sede pedagógica “Félix Varela” de la Universidad Central,
constituyó una época inolvidable para toda nuestra generación. Nos impartieron
clases profesores geniales y muy preparados, resultamos la primera graduación
de esta escuela en el territorio. Recuerdo que nos trasladaron a varios lugares
de difícil acceso del país con el objetivo de prepararnos para nuestras
prácticas laborales, que las efectuaríamos en sitios como estos.”
-En 1978 se gradúa de maestra primaria, comienza las prácticas docentes y
un proceso para alcanzar la Licenciatura en Español-Literatura, además da a luz
a su único hijo. ¡Cuántas dificultades!...
Sí, cuando comenzamos las prácticas nos llevaron para un campo en
Manicaragua y realizaron una asamblea con todos los campesinos para albergarnos
en sus casas. Una de nuestras compañeras era mulata y nadie la aceptaba en su
hogar y yo dije si a ella no la quieren aquí, pues yo tampoco puedo ser maestra
de este lugar; ante mi actitud un campesino brindó su ayuda.
“Nosotros éramos maestros primarios, pero al cumplir las prácticas, me
escogen para impartir clases en Secundaria Básica (S/B) en Español-Literatura,
con la condición de graduarme en cinco años de profesora y luego en cinco años
más de Licenciada en esta asignatura. En 1978 doy a luz a mi único hijo y por
tanto me dividí entre las tareas del hogar y las del magisterio.
-Me decía que comienza a impartir clases
en S/B con jóvenes en plena pubertad y en una edad complicada. ¿Cuáles fueron
sus experiencias en esta etapa?
Yo era casi de la
edad de los muchachos a los que educaba, y muchos alumnos me sobrepasaban en
tamaño. Esta resulta una edad complicada, no obstante, siempre tuve la dicha de
ganarme a mis estudiantes, me compenetraba con ellos, respetando los límites de
la relación alumno-profesor, interactuaba mucho con la familia, compartía en
las Escuelas al Campo, me ponía a su altura, realizábamos caminatas, juegos de
pelota y actividades recreativas.
A pesar de esto al
comenzar la clase todos me respetaban y escuchaban, ya la profesora de Español
estaba en el aula. Creo que cuando un educando siente que su profe más que dar
la clase, dirige sus preocupaciones a lo que le sucede tanto en el ámbito
escolar como en el familiar, se siente comprometido con la escuela.
La Máster en Ciencias de la Educación ha representado a la Escuela Especial Fructuoso Rodríguez en múltiples eventos. |
Lo especial de Marisel
Marisel es Licenciada en Español, no obstante, en 1996 asumió la
docencia en la Enseñanza Especial (E/E), y en la actualidad cuenta con una
maestría en Ciencias Pedagógicas, mención en E/E. También ha representado a la
Escuela Especial Fructuoso Rodríguez en múltiples eventos.
-¿Cómo
llega a este mundo y cuán difícil fue para usted?
En 1996 me plantean que en la Escuela Especial para sordos Fabríc
Aguilar Noriega existía un grupo de niños no oyentes de S/B que no recibían el
Español-Literatura ya que no tenían profesor y me piden ayuda. Mi primera
respuesta resultó: no, yo no puedo, nunca he hablado con una persona sorda,
pero me dijeron que yo si podía, que en un mes ya sabría hablar en lengua de
señas. Bueno, pedí un tiempo para pensarlo, tenía muchas
dudas.
“Luego visité aquella escuela, allí aquellos niños sordos me dijeron
de todo y yo no entendía nada, fue muy triste. Pedí un día para meditar la
decisión, esa noche no pude pegar la cabeza a la almohada pensando en todo lo
que me había sucedido. Al final acepté el gran reto.”
“Cuando me
enfrenté a las aulas constituyó un gran impacto porque no existía interprete y
por lo tanto yo tenía que comunicarme directamente con mis alumnos. Tuve que
albergarme un mes en el centro para poder insertarme en el ambiente de la
comunidad sorda. Los estudiantes fueron mis profesores de señas ya que no
recibí ningún curso para ello. Luego, asumí la docencia también en Historia e
impartía ambas asignaturas en séptimo, octavo y noveno, pero faltaba algo: la
integración de los niños a la sociedad.”
-Usted lo decía, faltaba la integración de
los niños a la sociedad ¿cómo logra la integración entonces?
En la escuela de
sordos cuando llegaban las cuatro y media de la tarde, ellos quedaban aislados
del mundo en un total silencio y al concluir el noveno grado los jóvenes no
oyentes no tenían continuidad de estudio. Al darme cuenta de que ellos podían
asimilar los conocimientos al igual que un alumno regular, comenzamos un
replanteamiento en la Enseñanza Especial.
“Me traslado a la
ESBÚ Fe del Valle y allí me convierto en PGI de un grupo compuesto por
estudiantes sordos y oyentes, esto contribuyó a la integración de los no
oyentes a la sociedad desde edades más tempranas para disminuir las consecuencias
del impacto del proceso. Resultaron admirables todos los logros del grupo, como
repasaban mutuamente. Yo impartía todas las asignaturas y constituía un gran
reto para mi autopreparación, pero el mayor problema seguía siendo el
Español-Literatura”.
-Cuénteme
sobre las dificultades para enseñar el Español a los sordos.
El Español para los sordos resulta muy complicado, ellos no utilizan
algunas palabras como las preposiciones, los artículos y las conjunciones, por
lo que no redactan, ni comprenden la gramática con la misma calidad que un
estudiante regular. Por otro lado, todos los vocablos no tienen señas y algunas
señas equivalen a varios significados acorde al contexto. Además, la persona no
oyente necesita ver una imagen para llevarse una visión de lo analizado e
inmediatamente conocer la seña, para luego llegar a la palabra y por último al
significado.
“Con la ayuda de Dunerki, una alumna sorda, creé un diccionario
manuscrito con las palabras y las señas necesarias para impartir el Español;
pues las obras literarias contenían vocablos que la Lengua de Señas Cubanas no
poseía. Me auxilié de esta estudiante porque una manera de respetar a la
comunidad sorda resulta que solo ellos puedan construir las señas, el oyente
solo le brinda las herramientas. Este diccionario lo he presentado en dos
ocasiones a eventos internacionales y constituye hoy la forma usada para
impartir el Español a los sordos cubanos.”
Juntas, Marisel y la Mayor Basilia García
Agüero, luchan por el desarrollo de una cultura vial en las personas discapacitadas
a través del Círculo de Interés “En mis manos está una cultura vial”.
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-También lidera el Círculo de Interés “En
mis manos está una cultura vial” una gran obra de inclusión social. Hábleme de
los objetivos y los logros del proyecto.
El círculo tiene
como objetivos fundamentales formar
una cultura vial en sus integrantes, que estos sean capaces de divulgarla entre
las personas sin Necesidades Educativas Especiales (NEE) y lograr la inclusión
de las personas discapacitadas en la sociedad. Todo esto lleva implícito una
cuota del esfuerzo de la Mayor Basilia García Agüero y del mío, ya que creamos
las señales de tránsito a relieve con hilo, fideos, espaguetis y escribimos
folletos en Braille para los invidentes y para los sordos otro
grupo de medios.
“El proyecto cuenta con el reconocimiento de todos los órganos de
gobierno del territorio, así como la condición Promotores de la Seguridad Vial
que otorga la Comisión Nacional de Seguridad Vial, único galardonado de su tipo
en el país; además, nos ganamos los aplausos de las naciones integrantes del
Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial (OISEVI). Pero más allá de estos
reconocimientos, tenemos el de los alumnos, que a pesar de llegar a la
Enseñanza General desean continuar en el círculo.”
-¿También
constituye una fiel seguidora del ideario martiano?
Para mí José Julián Martí constituye un guía, una antorcha que nos
ilumina el camino con su luz en cada situación de la vida. Desde niña estudio
su vida y obra pero me apasioné aún más cuando descubrí que dedicó un pedacito
de su corazón a los niños sordos y a los ciegos. Cuando uno desentraña cada
pensamiento, cada frase, hay allí un mensaje, un llamado de atención, por eso
resulto una eterna enamorada del Maestro.
Soy integrante de
la Sociedad Cultural José Martí y dentro de esta organización tengo mi propio
proyecto denominado: La selección del alumno martiano. Este va encaminado a la
formación de valores en los niños con NEE, porque escogemos a los más
ejemplares y aquellos que tienen algún problema de disciplina para que lo
corrijan con el estudio del quehacer de nuestro Héroe Nacional.
-En 2013 la Asociación de Sordos de Cuba
(ANSOC) le otorgó la condición Manos de Cristal, más que una distinción resulta
un compromiso…
-Este premio
constituye un reconocimiento a las personas que luchan en el país por la
inclusión social de las personas sordas. En mí caso resultó el homenaje a toda
mi obra desde el año 1996 en la Enseñanza Especial.
En Villa Clara
solo yo ostento esta alta condecoración que me compromete a trabajar con
eficacia cada día más y a regalarles parte de mi vida a estas personas que
tanto me necesitan.
-Fidel expresó: “Aquellos que requieren
atención especializada, no precisan ni de lástima, ni de compasión (…)” ¿Ha
experimentado estos sentimientos por sus alumnos con NEE?
-Los niños con NEE
no necesitan ni la compasión, ni la lástima, porque llegan a cumplir las metas
que se proponen, con un poco más de esfuerzo que las personas comunes, pero
esto los ayuda a desarrollarse. Los alumnos de la Enseñanza Especial tienen una
característica curiosa: cada uno de sus avances compromete y sensibiliza mucho
más al educador con el proceso docente.
“Como expresa un
fragmento de El Principito los niños
ciegos ven con los ojos del corazón (…) y los sordos hacen maravillas con sus
manos (…) porque lo esencial es invisible a la vista. No obstante, cuando
yo percibo que ellos rompen una barrera, vencen los obstáculos que interrumpen
el camino y logran insertar sus vidas en la sociedad, las emociones me hacen
llorar, si eso constituye lástima o compasión no lo sé, para mí resulta la
satisfacción del deber cumplido.”
-Muchos la critican por dedicarle, según
ellos, demasiado tiempo a su vida profesional y dejar a un lado los temas
personales. ¿De qué manera balancea su tiempo?
-Efectivamente, muchos
me critican, pero en realidad lo que no permito es que mis problemas personales
empañen el desarrollo de mis niños, ellos no deben culpa. Además, en mi familia
entienden y respetan mi jornada laboral, del mismo modo me ayudan en todo lo necesario
y me apoyan cabalmente.
Balanceo y trato
de equilibrar mi tiempo entre profesión y asuntos personales, a las dos
cuestiones me entrego por entero, sin diferencias entre una y otra. La clave
del éxito resultan: amor, entrega, sacrificio y ternura en todo lo que hagas.
-Después de dedicarle treinta y ocho años
de su vida a la educación y de ellos veinte a la Enseñanza Especial. ¿Cómo ve su
historia?
-Bueno, mi
historia es esta, la muchachita que desde niña amó al magisterio y a Martí, que
en los años setenta fue descalza y con una maleta de madera a la escuela sin
avergonzarse, esa misma que le gusta, todavía hoy, participar en todas las
actividades y eventos que aparezcan, la que entrega un pedacito de su vida a
las personas discapacitadas; esa que día a día ingenia medios de enseñanza con
los más insólitos materiales, la atrevida que en 1996 comenzó a educar a niños
sordos y sin bastarle, desde el 2010 forma alumnos ciegos, baja visión y con
trastornos de lenguaje; la que muchos critican y esa que la familia apoya en
todo.
“Lo narrado no
constituye una novela de ficción o un cuento de hadas, sino la realidad de una
cubana, que, como muchos otros, luchan por demostrar que no hay sueños
imposibles, sino hombres incapaces de realizarlos. Me gusta la música, la
comida criolla y compartir con los seres queridos, pues no vivo en un planeta
aparte, pero esto no me quita seguir adelante con mis niños, a los que quiero
con el amor de una madre. Pienso continuar hasta que mi salud me lo permita,
con mis Manos de Cristal rompiendo el silencio y la oscuridad.”
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