“Soy el penacho de una palma de Santa Clara”


Entrevista a Ernesto Alejo Sosa: el hijo del arte santaclareño, fundador, director y coreógrafo principal de la Compañía de Danza Contemporánea "Danza del Alma". 


Rosana Montero Rodríguez - Recuerdo que me armé de valor para proponérselo. Yo nunca lo había visto de cerca. Pero ahí estaba: justo a mi lado. Íbamos a ser compañeros de viaje. Dudé varias veces. Pensé que era una persona demasiado ocupada y que no desperdiciaría su tiempo con una estudiante de periodismo. Sin embargo, lo hice. Le pedí la entrevista. Él, amablemente me contestó que estaría encantado, que podía ser mañana mismo. Y yo, más encantada que él.
A la mañana siguiente, Artes Escénicas, su santuario, su casa, me abrió las puertas. Me invitó a entrar. “Aquí está ensayando ahora Danza del Alma”, me dijo. Nos acomodamos en una de las mesas que daba vista al viejito que, afanosamente, limpiaba el jardín. Y, entre sorbos de café y el claxon de los automóviles, comenzó el cuestionario.

¿Qué es cultura para Ernesto Alejo?
La cultura es un sedimento de conocimientos y de focos que crea el hombre, y que evidentemente viene a dar al traste con el folklor de los pueblos. Es lo mejor que se puede crear para enriquecer la vida.

ENTRADA AL MUNDO DE LOS ESCENARIOS
“Yo soy natural de Encrucijada, y tuve la suerte de tener unos padres deliciosos. Ellos no ganaban mucho, pero una gran parte del salario de mi madre, ella lo dedicaba a comprarnos libros, de manera que todos los meses nosotros teníamos que cumplir un plan de haber leído toda la literatura que nos iba entregando. Así, mi madre decía que eran los veinte pesos mejor gastados. Desde pequeño supe que yo allí no podía morir. Entonces, cuando vino el plan de carreras en noveno grado, recuerdo que había solo una beca para La Habana para ser químico de suelos y fertilizantes, en la finca Cuquines. Yo recuerdo haber escuchado que aquella había sido la casa de campo de Batista, así que me dije: Me voy a La Habana a conocer la casa de campo de Batista. Aproveché que estaba en la capital, y me sumergí en toda su vida cultural: me bebí la cinemateca, el teatro, la plástica. Pero en el último año de la carrera participo en las comparsas de mi pueblo como bailarín, y me proponen ir a la escuela de arte. Inmediatamente acepté. Entonces me gradué de instructor de arte. Conocí después al grupo de teatro Escambray y montamos muchas obras en las que yo era bailarín, coreógrafo, e incluso actué en una ocasión.”

EL PRESENTE, PREFERENCIAS Y OPINIONES
“Yo tengo una fascinación por el cine. Me subyuga, me apasiona. Pero también tengo una obsesión con la danza, con el espacio, con dominar los cuerpos. La danza me seduce. Las dos mujeres de mi vida son mi madre y la danza. Con ella estoy y con ella me quiero morir.”
“Fundé Artes Escénicas desde hace veintidós años, que comenzó siendo una compañía solamente de mujeres, debido a la admiración que siento por ellas, por sus valores. Seis meses después de crearla, participamos en el primer Festival Internacional Alicia Alonso, y nos levantamos con el premio a la mejor coreografía, el premio internacional de la crítica y la medalla de oro del concurso. Artes Escénicas me ha dado amparo como institución, pero es mi plataforma para lanzarme.”
“Yo creo que yo tengo una misión social con mi grupo de jóvenes. Yo tengo que hablarles todos los días. Porque yo creo que hay mucho desenfado en la juventud de hoy. En mi opinión, existe un desorden cívico muy grande al que hay que poner pausa. También creo que hay mucha indecencia institucional, y los jóvenes se aprovechan de eso para hacer prevalecer la rebeldía típica de esa edad. Y se puede ser rebelde, audaz, pero no inconsecuente, irresponsable ni indolente. La peor pandemia es la apatía, el desinterés, la dejadez, la ignorancia...”
Ernesto Alejo Sosa conoce que A Bailar en Casa del Trompo es uno de los proyectos con más apoyo del público en Santa Clara. Ellos salieron a la calle a buscar al público, y definitivamente lo encontraron. “Estábamos haciendo algo que hoy la UNESCO está pidiendo. Y habrá siempre quien no le guste la multitud que se agrupa para ver las presentaciones o los ensayos, pero hoy también tenemos un público muy inteligente, que por ver lo bueno y lo malo sabe discernir mejor que ayer.”
“La gente me ha preguntado en varias ocasiones que por qué yo no me voy del país si yo viajo tanto. Es que si yo me voy, si se va Roxana Pineda, si se va Chacón, esto se convierte en un páramo. ¿A quién le dejamos la ciudad y el país? Si se estremeciese el aparato burocrático de la cultura, no quedaría nadie, o sí, quedaríamos los buenos. Además, dime cómo me llevo este edificio que yo luché, cómo me llevo a mis amigos, cómo me llevo los huesos de mi madre, mis penas, mi amor... Yo lucho porque este país no se convierta en un páramo. ”

DISCO ISLA
“Yo recuerdo que había hablado con Miguel Díaz-Canel cuando él todavía vivía y trabajaba en Villa Clara, y él afirmó que yo era el único que podía dirigir un proyecto como Disco Isla. Lo que hicimos fue diseñar una vida cultural. Esta es una discoteca, de la cual me atrevería a decir que es única de su tipo en el país, porque tiene espacios de teatro para niños, una disco de la nostalgia, peñas de trova. Yo creo que es la única discoteca de Cuba donde hay una programación cultural. Luego fundamos el cabaret, que es un espectáculo hermoso, aunque creo que la juventud ya se acostumbró a la bazofia como el reggaetón y el hip hop, y no quieren recibir un buen espectáculo de cabaret. Ese ha sido un fallo y se está trabajando en base a eso.”

ANHELOS E INSPIRACIONES
“Si tuviera una figura que me inspire, esa sería, sin duda alguna, mi madre. Ella fue mi mayor crítica, mi ayudante, mi poetisa, mi inspiración mayor. Ella era, sencillamente mágica. Yo no sé dónde está mi mamá. No sé si es polvo astral u otra cosa. Lo que sí sé es que ella está siempre conmigo. En sus últimos días ella me dijo: Hijo, mi novio, tú vas a viajar mucho, vas a conocer muchos países. Ocúpate de tu papá, de tu sobrina. Sé feliz. Yo no creo en los estados de gracia ni en las musas, pero si existiera alguien, fuera mi mamá.”
“Para emprender mis proyectos solo se necesita audacia, y no esperar que nadie te regale nada. Yo detesto la gente que se sienta a esperar porque sus sueños se cumplan sin realizar el menor esfuerzo. Se debe tener creencia en uno mismo, crear el proyecto y defenderlo hasta con el hálito mínimo de tus energías.”
“Santa Clara es una ciudad con un gusto por el arte y la cultura, con personas con un apetito voraz por estos. Yo creo que Santa Clara lleva mucho tiempo aclamando que la miren. Le hace falta más sensibilidad, que la mirada institucional y gubernamental sea otra. También creo que la hemos convertido en la ciudad del Che, y olvidamos que también es la de Marta Abreu, y creo que en realidad pueden convivir ellos dos y todos aquellos que se sientan en deuda con la ciudad, con mi ciudad.” 

Comentarios