Miguel Ernesto Dorta Pedraza - En 2016 hubo bastantes
películas americanas sobre el racismo, varias basadas en historias reales.
Puede ser que a la Academia se le cayera la cara de vergüenza por no nominar a
actores negros el año anterior y en los Oscars 2017 se quisieran redimir.
Título original
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Hidden Figures
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Año
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2016
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Duración
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127 min.
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País
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Estados Unidos
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Director
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Theodore Melfi
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Guion
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Allison Schroeder (Libro: Margot Lee Shetterly)
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Música
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Benjamin Wallfisch, Pharrell Williams, Hans Zimmer
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Fotografía
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Mandy Walker
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Reparto
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Taraji P. Henson, Octavia Spencer, Janelle Monáe, Kevin Costner, Jim
Parsons, Mahershala Ali, Kirsten Dunst,
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Hidden Figures es el enésimo producto de ese
género tan común en esta última década de “filmes sobre injusticias raciales en
Estados Unidos que son lanzadas a las pantallas en el momento adecuado para
competir en la temporada de premios”, uniéndose así a cintas como 12 años de esclavitud, Selma, El mayordomo, Concussion,
Precious, Fruitvale station, Chi-Raq,
Criadas y señoras, Lincoln, Fences (también de 2016 y, dicho sea de paso, muy superior a Figuras ocultas en todos los aspectos) y
alguna más que me dejo por ahí.
La
calidad de estos productos es variada, desde la notable 12 años de esclavitud hasta la, en mi opinión, horrenda Chi-Raq. Figuras ocultas, la a priori interesante historia de tres mujeres
afroamericanas que fueron capaces de superar las barreras raciales en la NASA
en el clima opresor de los años 60. El filme trata prácticamente todos los
tópicos de este subgénero, siendo el resultado bastante mediocre, si me
preguntan a mí.
Dirigida
con el piloto automático puesto por Theodore Melfi, quien ya demostró su gusto
por el melodrama facilón hace un par de años con St. Vincent. Una Hidden
Figures inocua, correcta y uno de los productos más predecibles que ha
salido de Estados Unidos en años. Las mujeres negras, todas muy buenas. Las
mujeres blancas, todas unas zorras. Los hombres blancos, todos prejuiciosos. Y
los hombres negros un poquito imbéciles, pero no tanto como los blancos.
El
único hombre blanco bueno, interpretado por Kevin Costner, encarna la ya de por
sí trillada y racista figura del salvador blanco que tan omnipresente era en la
literatura colonial y que ha sido reciclada mil veces en el cine e interpretada
por actores como Anthony Hopkins en Amistad,
Sandra Bullock en The blind side,
Brad Pitt en 12 años de esclavitud o
Emma Stone en Criadas y señoras.
Conocemos
el trasfondo, pero el guion se empeña en recordárnoslo cada veinte segundos con
escenas demasiado descaradas en su intencionalidad por subrayar la
discriminación (por poner un ejemplo, en cierta escena del primer acto la
protagonista entra en la sala y lo primero que le dicen es que tire la basura
porque la confunden con una criada). Figuras
ocultas no es, por tanto, una película que se preocupe por dar sutileza a
la historia ni matices a sus personajes.
Así,
va transcurriendo entre momentos emotivos, conversaciones entre personajes
explicándose cosas que ellos ya saben pero quizás el que ve la cinta no (de
alguna forma, ellos perciben que les estamos mirando, son actores en realidad),
un insulto a la inteligencia.
A
pesar de eso, el largometraje se disfruta, sobre todo porque se beneficia de un
tono relativamente ligero en su mayor parte, aunque la banda sonora sea a
menudo demasiado insistente. El uso de los colores en fotografía está muy
cuidado. Se beneficia también de un puñado de buenas actuaciones. Taraji P.
Henson está estupenda, al igual que Octavia Spencer. Janelle Monáe, una más que
grata sorpresa en el plano interpretativo (demostrándolo también en Moonlight). Mahershala Ali, Kevin
Costner y Kirsten Dunst cumplen pero no pueden brillar debido a la poca
sustancia que se les da a sus personajes. Y Jim Parsons hace de un Sheldon
Cooper racista, sin más.
La
cinta sabe dosificar el drama que vivieron esas mujeres en los años 60, dentro
del racismo atroz sumado al machismo dominante, con un punto de comedia para
que el espectador medio no se sienta agobiado. He aquí la razón principal para
que un filme tan previsible no se torne aburrido.
En
resumen, Figuras ocultas es una
película que vi hace dos días y olvidaré dentro de tres, principalmente porque
sus intenciones son claras, y ser memorable no constituye una de ellas. No resulta
mala en el sentido estricto de la palabra. Desde luego es mejor que El mayordomo. “Entretenida”, agradable,
inofensiva, políticamente correcta y con mucha falta de incisión o de la más
mínima originalidad.
Superficial y quizás demasiado atenta en complacer a la
audiencia, pues utiliza un guion lleno de simpatía y encanto que simplifica las
penalidades que debieron de pasar las personas de raza negra en general y todas
sus mujeres en particular. No cabían dudas de que a la Academia le encantaría y
la nominarían a más de un Oscar para sentirse moralmente superiores y fingir
que ya no hay racismo en Hollywood, como si engañaran a alguien.
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