
Con
motivo de las quejas y manifestaciones de odio y reproches por parte de
cubanos en contra de Fidel Castro Ruz, se propone el siguiente proyecto
con el fin de «desfidelizar» a la República de Cuba, y así desagraviar a
todos aquellos que consideran sentirse afectados, heridos o resentidos
por las acciones derivadas de su persona y gobierno.
En
resumen: borrar todo vestigio de ideología, aportes, leyes,
construcciones, obras sociales o públicas, servicios, organizaciones,
instituciones, enseñanzas y todo tipo de sucesos surgidos a lo largo de
la Revolución que él lideró, y recomenzar todo nuevamente desde el punto
exacto del cambio en 1959.
Por ello se propone:
1) Olvidar absolutamente todo
Este
es un punto fundamental. Para poner en práctica la «desfidelización»
debe tenerse como premisa borrar de la memoria todo lo acaecido desde el
59 hasta ahora. Como bien dijo el presidente Barack Obama hay que dejar
todo en el pasado, depurar los recuerdos, para que durante la
aplicación del proyecto no se saquen «trapos sucios», reclamaciones ni
reproche alguno. Debe olvidarse todo, tanto por parte de batistianos
como de revolucionarios, de capitalistas como de comunistas, de ricos
como pobres. Empezar todo de cero, como si nada hubiese ocurrido.
2) Regreso y recomienzo
Los
emigrados deben regresar, y para aplicar con efectividad la
«desfidelización», cada ciudadano debe volver exactamente a la situación
socioeconómica que tenía su familia en 1959. Sin excepción. Por
ejemplo, si su familia era burguesa y rica propietaria de bienes, se le
retribuirá todas sus condiciones para que viva como tal, y si era una
miserable familia campesina, desalojada en medio de una guardarraya,
entonces debe recomenzar exactamente en esa situación. Ni más ni menos.
Esto ocurrirá con todos luego de una exhaustiva investigación efectuada
por una Comisión Especial de Revisión Histórico-Social (Comerhis) que se
creará para ese fin para evitar engaños y falsificaciones.
(Aclaración: Evidentemente, esto incluye a la familia de los Castro, a la cual le corresponde por ley todas sus propiedades en Birán, que también fueron afectadas al ser las primeras tierras expropiadas por la Revolución. Nadie puede oponerse. Recordar el primer punto)
3) Deshacer y recomponer.
Se
destruirá o demolerá toda la infraestructura construida desde 1959. Se
dispondrán equipos pesados como buldozers, motoniveladoras, al igual que
explosivos, para desaparecer escuelas, círculos infantiles, hospitales,
policlínicos, consultorios, carreteras, autopista, edificios,
institutos, academias, fábricas, estadios, aeropuertos, puertos,
bibliotecas, poblados, repartos, acueductos, presas, mercados,
heladerías, etcétera. Y se recompondrán los cuarteles convertidos en
escuelas, colegios privados, fincas, playas particulares, centrales
azucareros, clubes selectos, medios de comunicación y propiedades de
todo tipo que existían en 1959.
4) Devolución de los espacios a sus dueños.
Después
de desaparecer los inmuebles antes descritos, se le devolverá el
espacio físico usado por el gobierno fidelista a los antiguos dueños,
sobre todo las tierras repartidas bajo el amparo de la Reforma Agraria
(RA). Será un procedimiento muy fácil, pues casi el 80% de superficie
pertenecía a compañías norteamericanas. Esas tierras deben abandonarlas
todos sus actuales dueños, a no ser que fueran propietarios de ella en
el 59, y deben demostrarlo. Quienes residían fuera, y sus padres o
abuelos recibieron tierras por la RA, deben regresarlas de inmediato y
recomenzar en la misma situación que se encontraba su familia en 1959.
Igualmente, si su casa en Cuba está construida sobre terreno de un
antiguo dueño, será demolida.
5) Anulación o invalidación de los niveles educacionales y profesionales.
A
todos los que alcanzaron cualquier nivel educacional o profesional
después del 59 se les anulará o invalidará. Recordar que el proyecto es
de «desfidelización», por lo tanto no puede quedar vestigio alguno
relacionado con las ideas de Fidel Castro, en este caso la Educación.
Todos los letrados a partir del inicio de la Revolución, se hayan
marchado o no del país, sus títulos serán invalidados, ya sean médicos,
ingenieros, abogados, deportistas, veterinarios, pedagogos, dentistas,
farmacéuticos, periodistas, pintores, escultores, músicos, técnicos,
etcétera. Si revalidaron fuera del país, igual no procede, pues ya
habían llegado a esa otra nación con un título obtenido en el gobierno
fidelista. Todos deberán comenzar a vencer nuevamente los niveles de
enseñanza en las escuelas a las que puedan acceder, sean privadas o
públicas, de acuerdo al status de su familia. Quien no lo haga, se le
acuñará oficialmente de «Analfabeto(a)».
6) Eliminación de toda gestión referente a la Salud.
Fidel
Castro afectó demasiado a la población con el tema de salud y debe
desaparecerse todo lo relacionado a ello. Se designará a una empresa de
biotecnología con tecnología de punta capaz de inhibir las vacunas
inoculadas a todos los cubanos que las hayan recibido desde el 59. Tras
el procedimiento quedarán liberados de las vacunas contra la
poliomelitis, sarampión, rubeola, meningo, Hepatitis B y C, influenza,
tétanos y todas las enfermedades de las cuales el gobierno fidelista se
dispuso a eliminar en la población. Asimismo, a quienes se les colocó
marcapasos, prótesis, implantes, trasplantes de órganos, empastes
dentales, etcétera, se les retirará ipso facto. Para este momento de la
«desfidelización» ya no habrá policlínicos ni consultorios ni hospitales
fidelistas. (Ver punto 3)
7) Reinstauración de las divisiones sociales.
Todas
las divisiones sociales se reinstaurarán. Deben rehacerse las
sociedades de blancos, mulatos y negros. Las medidas discriminatorias
deben regresar, pues hay que eliminar la idea fidelista de que «todos
somos iguales». Los negros o mulatos no pueden entrar a ningún inmueble,
playa o club de blancos, y viceversa. O sea, todo igual antes del 59,
como ocurría, por ejemplo, en el parque Vidal de Santa Clara donde los
negros tenían que pasear por la calle, los mulatos por la acera y los
blancos disfrutar de la espaciosa área central. Aquellos cuyos
progenitores fueron sirvientes, se les facilitará trabajar en ese tipo
de servicio.
8) Anulación de todos los premios y galardones obtenidos por el país.
Después
de 1959 muchos profesionales en todas las ramas o sectores han obtenido
disímiles premios, galardones o reconocimientos, por lo cual deben ser
devueltos. Aunque es cierto que obtuvieron esos logros con su
inteligencia y esfuerzo, fueron formados en universidades fidelistas.
Por supuesto, todas las medallas olímpicas, mundiales y de todo evento
deportivo obtenidas durante la existencia de la Revolución serán
retiradas. Desde ese momento, el Comité Olímpico Internacional deberá
informar en qué lugar quedaría Cuba por países.
9) Destruir todas las publicaciones con las ideas de Fidel Castro.
Como
todo lo construido por la Revolución proviene de sus ideas y
pensamiento, debe desaparecerse toda publicación con contenido
fidelista. Se harán fogatas con todos los textos, discos, video tapes
que aún existan, periódicos, revistas, entre otros soportes. Aunque no
habrá tanto peligro de que la gente lea, porque la mayoría volverá a ser
«Analfabetos(as)» al comenzar todo en 1959. Con la nueva Ley de
«desfidelización» no tendrán derecho a leer hasta que no venzan los
niveles de enseñanza correspondientes.
10) Velar porque no resurjan las ideas fidelistas.
Como
buena parte de la población regresará a un estatus socioeconómico
desfavorable, es muy probable que algunos comiencen a sentirse
inconformes e indignados. Los afectados por el desempleo, dificultades
en el acceso a la educación y la salud, por la discriminación, la
inseguridad social, entre otras desventajas, tratarán de salir de su
situación y cambiar el sistema, y de alguna manera, su pensamiento
coincidirá en muchos puntos con las ideas de Fidel Castro. Por ello,
debe extremarse la vigilancia para que nadie piense en asuntos como
justicia, dignidad, igualdad y derechos humanos.
Nota: No hay garantías de que este acápite pueda ejecutarse con éxitoPor: Francisnet Díaz Rondón
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