Las sendas sin salida del Batey Soledad

Hace unos años este fotorreportaje evidenciaba el abandono institucional del patrimonio azucarero en el primer ingenio que acogió inversiones norteamericanas en Cuba. Al día de hoy la situación se mantiene y agrava. 

 


Juan Ariel Toledo Guerra - Aplaudido y bien recibido por gran parte de la población ha sido durante estos años el proyecto Sendas, promovido por la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos. Pero, ¿Qué podrán encontrar las familias sureñas que se sirvan de estos recorridos con destino hacia el antiguo batey Nuestra Señora de la Soledad, hoy Pepito Tey?                                                                                         

El Ingenio Soledad fue fundado en 1820 por el rico hacendado Juan Bautista Sarría (Foto del siglo XIX) 
Con el triunfo de la Revolución el ingenio cambia su nombre a Complejo Agroindustrial Pepito Tey (Foto de la década del 90 del siglo XX)













 

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Sin ser un observador tan curioso, saltarán a la vista evidencias del pasado en deplorable estado constructivo y franco abandono por parte de las mismas instituciones que promueven estas nuevas ideas para el verano. Tal vez, Sendas sea el punto de partida para la necesaria renovación de un sitio olvidado a la vera de una ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La casa donde vivieron los dueños del Ingenio Soledad y el Jardín Botánico de Cienfuegos está en un grave estado constructivo
Con esta campana de bronce que data del siglo XIX se llamaba a los esclavos. 
En el sitio exacto donde se encontraba el Central Pepito Tey hoy solo quedan ruinas.
Antiguas oficinas del Ingenio, construidas por la administración norteamericana
Una imponente casa edificada en 1847, vivienda del rico hacendado trinitario Juan Domingo Bautista Sarría, y posteriormente del magnate norteamericano Edwin F. Atkins, fue declarada Monumento Local por la Comisión Nacional de Monumentos en 1990. Sin embargo, tal distinción no le bastó para encontrarse hoy en ruinas a los ojos de todos.
Dentro de la vivienda quedan pocos objetos en su posición original. El resto ha sido trasladado a una habitación para resguardarlos de la lluvia. 
En el patio interior de la vivienda, aun existe un aljibe colector de agua y un elevador rústico. En esta zona funciona una cocina de la UBPC Belmonte. 
Los Sarría decidieron construir la casa frente al ingenio y con gruesas paredes para repeler cualquier sublevación de esclavos.
Hasta la desaparición del central en 2002, el MINAZ mantuvo el sitio conservado mientras funcionaba la Casa del Trabajador Azucarero. 

Su  amplio y vistoso jardín destruido, el segundo nivel inhabitable, la cubierta de madera y teja criolla grandemente afectada, los gruesos muros agrietados, el piso de tabloncillo de la planta alta a punto de sucumbir y la carpintería destruida parcial y totalmente en algunos casos, es el panorama actual de la que fue un exponente valioso de nuestras edificaciones coloniales más antiguas y mejor conservadas.
Los grandes niveles de destrucción a los que se precipitó la Casona en los últimos diez años, pudieron evitarse sin necesidad de cuantiosos recursos
Una familia del poblado ha comenzado a vivir en la segunda planta aún cuando su estado constructivo es deplorable.
Los daños en el techo y el piso de la planta superior requieren de una reconstrucción total  antes del  inminente derrumbe.
La lluvia deteriora cada vez más la vivienda sin que nadie haya hecho algo para evitarlo. 

La vivienda no es la única que corre esa suerte en el otrora Soledad del Muerto. Figuran en “el empolvado baúl de la desidia”: un cementerio que fuera por mucho tiempo la primera evidencia, - hoy segunda-,  de la presencia china en Cienfuegos; un horno de cal utilizado en tiempos de la neocolonia; y todo el grupo de viviendas que forman parte del conjunto histórico. Además existen disimiles objetos que datan de la colonia: grilletes, campanas, muebles, entre otros.
Milagrosamente ante la oleada de destrucción que llevó a arrancar hasta los raíles de las vías férreas, aún subsiste un viejo aparato para alzar caña que data del siglo XIX.
También el horno de cal para abastecer al ingenio en tiempos de la neocolonia ha sobrevivido pero enyerbado y en el olvido.
No se tienen datos de excavaciones en el sitio, pero se le conoce como el Cementerio de los Chinos.  Hoy, ha perdido hasta la rejilla de la entrada y solo es sitio de pastoreo para chivos y carneros.
Antes del descubrimiento de objetos de procedencia china en la Catedral de Cienfuegos, este cementerio fue la primera muestra de presencia asiática en Cienfuegos, según reseñó la AIN.

Ya el cuarto ingenio construido en la región, primero en recibir a inversionistas norteamericanos y propiedad del también fundador del Jardín Botánico de Cienfuegos, había sucumbido y sepultado junto a él sus líneas férreas, locomotoras, maquinarias y también ideas, proyectos y aspiraciones para crear un museo que junto al resto de las edificaciones y el propio Jardín sirviera de atractivo turístico y para el fomento de la historia local.

La acaudalada familia Atkins también financió la construcción del Jardín Botánico de Cienfuegos.  (Foto deteriorada, que data de la década del 20 del siglo XIX)
Entre los objetos museables existentes  figura un álbum de fotografías antiguas, donde se pueden observar por ejemplo, imágenes del interior de la vivienda en el siglo XX.

Contrario a lo que muchos piensan, la Oficina del Conservador, además de responder por las zonas priorizadas de la ciudad, también debe hacerlo por el Jardín Botánico, la Fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua y los antiguos bateyes Carolina y Soledad. Aunque dicha entidad tiene la peculiaridad de ser una Unidad Presupuestada subordinada al Consejo de Administración Provincial y sin presupuesto propio, sus acciones por Soledad han sido casi nulas.
La UBPC Belmonte, hoy a cargo del inmueble, tampoco llega a la cifra necesaria para la inversión. Nancy Robaina comenta que funcionarios del Centro de Patrimonio inventarían e inspeccionan constantemente las obras existentes, pero una fiscalización y coordinación de estos bienes patrimoniales a tiempo hubiera evitado que hoy los usuarios de Sendas solo vean un desolador cuadro en lo que antes fue joya del patrimonio azucarero de la región.               

Antes del 2003 en la Casona funcionaron establecimientos gastronómicos, que  mantenían el lugar con vitalidad.
Desde la segunda planta del inmueble se ve al fondo otra vivienda que antiguamente perteneció a los burgueses del poblado.
Por la ventana de la oficina del administrador de la UBPC Belmonte (actual propietaria de la Casa) se puede observar parte de la destrucción del Batey.

Mientras Pepito Tey se extingue, entre los desaparecidos MINAZ y su Grupo Empresarial de la Construcción Azucarero (GECA), los gobiernos local y municipal, y los citados Centro de Patrimonio Histórico, la oficina del Conservador de la Ciudad y  la UBPC Belmonte han eludido de una forma u otra su responsabilidad con una excusa muy común: la falta de presupuesto.
¿Qué sería de nuestro país entonces, bloqueado y subdesarrollado? Lo que falta es compromiso y sentido de pertenencia, lo mismo de las instituciones implicadas que de parte del propio pueblo de Pepito Tey, si bien es cierto que desde hace más de 10 años varias voces claman desde el poblado para que alguien ayude a conservar de una vez y por todas la Casa Sarría-Atkins y el resto de las obras.

La anterior presidenta del Consejo Popular Mercedes Vázquez declaró que el Poder Popular Municipal insiste en que desde el propio Pepito Tey se gestione la solución de estos problemas. Sin embargo, manifiesta que no se cuenta ni con el presupuesto, personal, ni capacitación suficiente.
Dolores Ortiz, pobladora de Pepito Tey asegura haber visto con dolor e impotencia la degradación progresiva del patrimonio del batey.

Eso sí, las palmas para Nancy Robaina, profesora y antigua trabajadora del CAI, que ha batallado siempre por lograr un anhelo de la población de Pepito Tey y ha conservado lo poco que ha quedado tras el arrasador paso del tiempo en complicidad con el olvido y  la irresponsabilidad. También para su proyecto (ese sí, sin una gota de presupuesto) que ha llevado al Centro Mixto Hermanos Valladares del territorio, los objetos que se han podido trasladar para exponer ante estudiantes y pobladores. 

Nancy Robaina afirma: "El trabajo ha sido duro y constante, sin presupuesto ni ayuda de nadie. De no ser por nosotros todos los objetos museables se los hubieran llevado para Cienfuegos, como varias veces han querido"
"Ahora combinamos los programas de estudio con el conocimiento de la Historia Local, hacemos visitas a los lugares históricos y promovemos Círculos de Interés", afirma Nancy Robaina.

* NOTA: En la actualidad las antiguas edificaciones de oficinas han sido reparadas y convertidas en un Instituto Preuniversitario. 
 
* Otros estudiantes que se han acercado a las edificaciones pero de forma peligrosa, constituyen los miembros de dos aulas de la Escuela Primaria Julio Antonio Mella que funcionan en el semi-destruido edificio de oficinas. ¿Quién respondería si un niño sube a la segunda planta y sufre un accidente? Luego de la tragedia, muchos culpables pueden existir pero nadie puede reponer una perdida humana.


La segunda planta del antiguo edificio de oficinas, deteriorada por el paso del tiempo, los ciclones y el abandono, amenaza constantemente con caerse.
A pesar del peligro, niños que requieren educación especial de la escuela Julio Antonio Mella, dan clases aquí.
La presidenta del Consejo Popular de la anterior legislatura, Mercedes Vázquez,  aseguró que no existe peligro en la primera planta, por lo que puede funcionar normalmente. Sin embargo nada bloquea el paso de los infantes al segundo piso.

* NOTA: En la actualidad las antiguas edificaciones de oficinas han sido reparadas y convertidas en un Instituto Preuniversitario.

"Pepito Tey llora por el estado de sus edificios históricos. En una ocasión vinieron de visita estudiantes de Harvard y nos dio pena abrir la casa para que la vieran", asegura Nancy Robaina. “El proyecto Imagen para devolver vitalidad a este sitio nunca llegó a concretarse en su totalidad, a pesar de dar por terminada su obra”.
¿Patrimonio histórico? ¿Acaso no hay una ley de la Comisión Nacional de Monumentos para protegerlo? 
Ya sentenciaba el historiador y economista cubano Ramiro Guerra que: “la historia local es una fuente de inspiración y de patriotismo, una escuela de ciudadanía. Nos enseña que nuestro pueblo trabaja, produce, progresa (…). El cultivo de la historia local no fomenta el localismo estrecho, suspicaz y esterilizador, antes bien lo combate, enseña a ser modestos y agradecidos; robustece la solidaridad, fomenta la confianza en el esfuerzo propio y robustece la fe en los destinos de la comunidad y de la Patria.”

Entonces solo queda decir bienvenido a este proyecto veraniego y su carácter defensor e inclusivo de la Historia Local. Venga usted, si es de Cienfuegos o si está de visita por estos lares al “destartalado batey Soledad” (como bien lo llamara recientemente el colega Francisco G. Navarro), súmese a las voces que claman para que las sendas por las que hoy atraviesa Pepito Tey conduzcan a algún futuro que no sea el actual: la completa destrucción de nuestras raíces y memorias, que es en fin destruir nuestra cubanía. 

Fotos: Juan Carlos Dorado, Juan Ariel Toledo Guerra y Nancy Robaina

Comentarios

  1. hola mi nombre es Reinaldo Manuel me da mucha alegria ver imagenes de Pepito Tey y a la vez muchisima tristesa ver como esta depsues de 14 años, mucho ha cambiado aunque en sus tiempos ya estaba destruyendose, gracias Juan Ariel Toledo Guerra espero que a alguien se le ocurra, parar toda esta destruccion y se haga algo por estas joyas de Pepito Tey

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    1. Me apena que esté el Central Pepito Tey --Soledad-- en esa condiciones, conozco esa actitud de "tierra de nadie". Soledad no suena a nada, le construyó un arquitecto muerto, su arquitectura callada.

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